Investigadora.
Docente titular universitaria.
Consultora
Creadora de Métodos Centrados en al Identidad Humana.
ENCUENTRO Y TRASCENDENCIA
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Hace más de 30 años comencé a trabajar en el ámbito de la salud mental; con el entusiasmo de quien recién inicia un camino de servicio pensaba que como psicóloga tenía mucho que aprender, pero descubrí que el camino era el contrario, desaprender lo aprendido. En el reino de la fragmentación del conocimiento solo encontré deshumanización, institucionalización y un circuito que se repetía sin cuestionamiento alguno: “Aunque nuestro modo reinante de saber cause sufrimiento necesitamos sostenerlo porque esto nos sostiene”. Inmersa en modelos profesionales que promovían la desintegración, y una cultura global que bajo parámetros competitivos y egocéntricos generaban el aumento de lo patológico, me adentré en un camino de incertidumbre que me llevaría al encuentro con la perspectiva de la complejidad y la transdisciplina.
Ya en el camino que abría mi búsqueda iba comprendiendo que para que realmente me interesara escuchar o leer algo necesitaba saber quién era la persona que se escondía detrás del profesional, un sentido de la integridad, una visión de la realidad lo suficientemente vital como para morir en el intento de cambiarla… así llega una imagen del maestro Morin con una copa de vino en la mano… y una frase que crearía los cimientos de todo lo que construiría en mi vida: “No seas de quienes tienen una carrera, sé de quienes tienen una vida”. Esa imagen… esa frase llegaba en un momento de mi vida profesional donde experimentaba enormes desafíos, se iniciaba la pregunta si era posible trabajar desde un método que permita dar respuestas a la complejidad por la que atravesábamos todos los días. Al mismo tiempo se generaba mi encuentro con otros profesionales que compartían las mismas inquietudes y el mismo compromiso: transformar el paradigma de nuestra praxis clínica con nuestros pacientes y trabajar en un nuevo modelo educativo para la transformación.
Estos compañeros se convertirían en multiplicadores de estos cambios y daríamos vida a Fundación AlunCo. AlunCo nace en 1998 como un movimiento de profesionales sustentados en profundos valores de compromiso con el cambio social. Nuestra misión desde el comienzo fue desarrollar el potencial constructivo del profesional, promoviendo la integridad, creando conciencia de cambio en su ámbito de influencia y adquiriendo las herramientas para dar respuestas a los desafíos que plantean la salud, la educación y las transformaciones sociales.
AlunCo es una voz mapuche que significa “reflejos en el agua”; aspirar a esa integridad era nuestro mayor propósito, ser-pensar-hacer y volver a vernos reflejados en el otro. Comprender y llevar a la acción esto que después conoceríamos como el bucle moriniano. El desafío comenzó intentando desarrollar en el área de la Neurorehabilitación un modelo diferente de atención a lo dominante en el ámbito de la salud. Los espacios y las formas se transformaron para poder concretar la idea de que un modelo diferente es posible, con la convicción de ciertos valores: el diálogo de saberes, la actitud inclusiva y la conciencia de cambio. Con el tiempo el centro de Neurorehabilitación se convirtió en el primer centro transdisciplinario en salud de Latinoamérica y una organización destinada a investigar y generar métodos de aplicación del análisis de la complejidad y la transdisciplinariedad centrados en la identidad, capaces de impactar en la calidad de vida de organizaciones destinadas a las áreas de Salud, Educación y Acción Social. Y finalmente, después de mucho trabajo de investigación, llegaría una respuesta metodológica de aplicación en la acción: el Método VETAS® sobre las bases conceptuales del análisis de la complejidad y la transdisciplinariedad.
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En este camino de encuentro y trascendencia, junto con el Dr. Carlos Delgado y el Prof. Giampiero Finocchiaro iniciamos una nueva propuesta, creamos Vinci Consultora: un espacio para el desarrollo de métodos centrados en la identidad. Y aquí otro hito en el camino: el rescate de la identidad humana para cualquier proceso que se jacte de trabajar con personas. El otro fundamenta mi existencia y en esta interacción genero mi identidad. Por esto encuentro y transcendencia son mutuamente dependientes, por esto si no hay otro que con su reflejo me invite a mirarme, hay solo monólogo.
De lo poco que aprendí, aprendí que en soledad siempre tengo razón, pero solo en el encuentro con “otros” aprendo y trasciendo. Como nos indica el término, la idea de trascender invita a sobrepasar o superar, pasar de un ámbito a otro, atravesando el límite que los separa. En el camino “del yo al nosotros” nos trascendemos, en primer lugar, a nuestro ego, a nuestra dosis de razones tranquilizantes que no hacen otra cosa que repetir una y otra vez que no podemos superar los límites de nuestra historia y de nuestra cultura. Y también aprendí que en el encuentro trascendemos porque en el otro descubrimos nuestro propósito para adentrarnos en una cultura universal y humana.o. Haz clic aquí para agregar tu texto y editar. Permite que tus usuarios te conozcan.